El Templo de La Sagrada Familia

El templo de la Sagrada Familia, situado en Barcelona, (Cataluña, España), es conocido mundialmente por su arquitectura. El proyecto fue obra de Antoni Gaudí, y la primera piedra fue colocada el 19 de marzo de 1882. Actualmente, la Basílica modernista sigue en construcción y su finalización para el 2026 ha sido aplazada.

En 1866, Josep Maria Bocabella i Verdaguer fundó la Asociación Espiritual de devotos de San José, que tenía por objetivo el triunfo de la Iglesia Católica en plena Revolución Industrial. Bocabella fue de viaje a Italia, pasando por Loreto, donde visitó la Basílica de la Santa Casa, de la cual obtuvo la idea de construir en Barcelona un templo dedicado a la Sagrada Familia. Bocabella adquirió una parcela en 1876 de 12800 metros cuadrados por 172000 de las antiguas pesetas (1034 euros) en las afueras de la ciudad, en una zona llena de barracas y huertos.

En 1877 el arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano se encargó de iniciar los planos y concibió un proyecto de estilo neogótico. El 19 de Marzo de 1882 se colocó la primera piedra, pero en 1883 las discrepancias de carácter técnico y económico con la junta de la cual formaba parte el Arquitecto Joan Martorell i Montells, llevaron a Francisco de Paula a abandonar el proyecto. La junta ofreció el puesto al propio Joan Martorell, pero este lo rechazó, siendo finalmente el joven Antoni Gaudí i Cornet de 31 años quien combinando con otras obras, fue el sucesor de Francisco de Paula oficialmente en 1883, modificando por entero el proyecto con su estilo propio, y salvando la parte ya construida de la cripta modificando sus capiteles. Gaudí había colaborado con Joan Martorell y Francisco de Paula anteriormente.

Gaudí creía que la obra duraría siglos, por ello propuso a la junta construir verticalmente en lugar de horizontalmente, como estímulo para que las generaciones que fueran trabajando en el templo vieran algo acabado. En 1885 se celebraron las primeras misas tras la inauguración de la capilla de San José.

En 1914 Gaudí se dedica por completo al templo, intensificando su trabajo debido a la magnitud de la obra y a la proyección de ella sobre la marcha, llegando a vivir en el taller del templo los últimos meses hasta su muerte en 1926. A partir de entonces, su ayudante Domènec Sugranyes i Gras se hizo cargo de las obras. 

En 1936, debido a los disturbios ocasionados durante la Guerra Civil Española, un grupo de vándalos destrozaron parte del taller donde Gaudí trabajó perdiéndose así bocetos, fotografías, y maquetas de yeso. Se consiguió rescatar material del taller gracias al cual más adelante se pudieron reconstruir las maquetas y los planos destrozados. Desde entonces, han sido varios los arquitectos a cargo de la dirección de obra del templo de la Sagrada Familia hasta el día de hoy, fieles al sello que dejó Gaudí, aunque algunos académicos lo niegan. Las nuevas tecnologías de la época permiten optimizar y acelerar la construcción.

Gaudí quería un templo alto, para que pudiera ser visible desde cualquier punto de Barcelona, y destacar por encima de los demás edificios con sus 18 torres, la más alta de 172,5 metros. Las torres estaban inspiradas en su proyecto no realizado denominado Misiones Católicas Franciscanas de Tánger encargado por el marqués de Comillas. Aprovechó las ideas de otros proyectos, así como el paso del tiempo para experimentar e innovar en su obra, con un estilo inspirado en la naturaleza. Quiso que la estructura interior fuera como un bosque, cuyos arboles sujetaran una estructura de bóvedas. Gaudí también diseñó algunas de las esculturas de la Sagrada Familia. El templo tiene 4500 metros cuadrados y una capacidad para 8000 personas.

Página oficial de la Basílica de la Sagrada Familia:

https://sagradafamilia.org/